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Aprovechamos el buen fin de semana, con sol y suave temperatura, y decidimos darnos una vuelta por Pinilla, echar un ojo a la casa, abrir las ventanas para orear y certificar que todo sigue igual… Nuestra sorpresa surge al llegar al pueblo y ver interrumpido nuestro trayecto por la Calle Real y comprobar que hay carteles de señalización avisando de obras públicas. En el cruce con la calle Larga se percibe movimiento de tierras, y en las tareas previas al hormigonado y planteamiento de caja, se aplican los constructores, que son los hermanos Yagüe, de Barahona, quienes miran al cielo y conjeturan sobre el tempero de los próximos días, que esperan sea propicio para colocar el pavimento.
Tocaba ya actualizar la web, que llevaba dormida con las noticias de julio del 2010, y aunque ya sea agua pasada y desfasada la noticia, anotamos que en las pasadas fiestas de Agosto parece que falló la intendencia, y algunos se quedaron sin paletilla de cordero, y que como no vinieron los músicos de pago hubo que improvisar un conjunto entre los asistentes y hasta se entonó un himno a Pinilla, cuya letra y música se difundirá en un próximo futuro.
También significamos que sería deseable la retirada de escombros de la cuestionada obra de la ermita, que como se coteja en la foto que adjuntamos a esta crónica, siguen desde el verano a espera de que el promotor proceda a su limpieza, o en otro caso habrá que aguardar a la iniciativa y esfuerzo de almas caritativas, que además cuenten con tractor y su pala correspondiente.
De las fiestas de Septiembre, o sea las del Tremedal, acudió escaso público, y la ceremonia religiosa resultó escueta, sin el sermón consabido sobre deudas o capítulos similares, ni apenas gori gori, con lo que tras el vermú comunal cada mochuelo se retiró a su olivo, o sea a comer en la casa familiar o en la que se les había convidado. La novedad resultó ser que en la entrada de la iglesia, que antes se había pavimentado a medias con las migajas del Plan Zapatero, ahora había tocado a la otra mitad, con fondos que imaginamos procederán ya de la aportación del ayuntamiento de Barahona, lo que es cosa de agradecer.
Nos comentan, que quienes han anunciado su intención de construir nuevas viviendas en el pueblo, siguen en sus buenos propósitos, y que también hay proyecto de levantar dos casas prefabricadas de madera.
A pesar de encontrarnos en las postrimerías del otoño lucen espléndidos de rojo intenso los majuelos, y ahora esperamos que las calles que hoy vemos destripadas, se pavimenten en fecha próxima, con lo que en nuestra próxima visita os mostraremos la nueva panorámica y constataremos la mejora en los accesos.
Os deseamos feliz Navidad y si es posible que toque la lotería en el número que jugamos.
JAVIER
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